Cuando dije "quiero ir a Rapa Nui" 4 meses atrás, no lo pensé ni un segundo. Tenía la certeza de que iría a ese lugar... no sabía cómo ni cuando. Con cero lukas en los bolsillos y el corazón como de una niña... solo dije "NECESITO IR A RAPA NUI"
las cosas se dieron de una manera inesperada y casi mágica, como todo lo que Rapa Nui es.
La
vida me envío junto a mi madre, lo cual ha sido una bendición y una
situación especial. Y mi padre también ayudó en mi estadía en la Isla.
La
Isla tiene esa magia única, eso que no puedes explicar. Pero que te
atrapa. No hay términos medios, ni con la isla, ni con los habitantes...
"los amas o los detestas". es como una relación con un hombre... lo
amas tal cual o lo rechazas.
... y yo la amé.
No me había percatado de los cambios hasta regresar.
Anoche
conversando con mi hombre, me dijo exactamente lo que sentia :"fuiste a
la Isla, te abrieron y te partieron por la mitad, sacaron de ti todo
aquello que ya no te servía de nada... tus miedos antiguos, tus temores,
tus dolores. Te volvieron a unir y seres especiales hicieron espacio en
ti dazando alrededor, te lavaron, te elevaron, te bañaron con luz, te
perfumaron con aceites y flores y te dejaron descansar. Y ahora vuelves a
tener esa confianza, esa energía y ese brillo de los 20 años... "
no hay mejor descripción que esa.
Literalmente
me partieron por la mitad, viajar sin mis hijos, sin mi compañero fué
una experiencia fuerte. Todo lo que viví allá bueno y difícil me lavó,
me limpió. Y una tarde muy enferma danzaron a mi alrededor seres
luminosos. Me sanaron de alguna manera. Las fuerzas sútiles de la Isla,
esa brisa de mar, el sol y la humedad, los ojos de sus gentes.
La isla me sanó...
nunca
me había sentido tan protegida y contenida... como si miles de
presencias me estuviesen cuidando todo el tiempo allá... como si fuera
la hija perdida que volvía después de mucho caminar, cansada y dolorida.
Los
abuelos me dieron a beber de la energía de la fuerza ancestral. Ellos
la ofrecen a quienes quieran recibirla con dignidad, valor y gratitud.
Lavaron
mi cabeza y mis entrañas. Golpearon mi corazón con cánticos de guerra,
nostalgia y amor, sacando todas esas paredes enormes que edificamos con
los años en torno al miedo absurdo al amar y entregarse, dejando el
miedo como mudos Moais caídos luego de una guerra interina absurda y
sangrienta. Encendieron fuegos en mi honor e hicieron bailes y me dieron
mil regalos en forma de caracolas marinas y plumas viajeras.
Y pude VER y ABRIR mi corazón... y volver a AMAR y CONFIAR.
Vuelvo
como una MUJER LIBRE Y SALVAJE, conectada con su corazón y su vientre.
Agradecida de la vida y de los pequeños placeres que encontramos en
ella. Vuelvo como una mujer Loba, amante de su amor y de su hombre.
Guardiana de sus hijos y su linaje. Protectora del fuego del hogar y de las
canciones ancestrales. Vuelvo hermana de la luna e hija del mar. Vuelvo
como una hija de la tierra, como hija del Sol. Grande en humildad, magia
y amor.
Agradecida hasta los huesos de tanta bendición.
Estoy conectada con la Isla para siempre... una parte de mi se quedó allá...
se que volveré.
Hoy
mi hombre me dice : "anoche soñé con la Isla... estábamos sentados
frente a un Ahu con 5 Moais, los niños corrían por ahí sin
preocupaciones, como si no hubiese ningún peligro".
y pensé :"...es la Isla llamando a sus hijos poco a poco... para acariciarlos y danzar con ellos una danza ancestral"