jueves, 20 de marzo de 2008

Días Como Estos...


Hay días en las que amo mi profesión. Otros quisiera haber estudiado otra cosa.

Días como estos en los que me pregunto porqué Dios deja que ocurran cosas tan terribles como que a un niño de 14 años que volvía del colegio tres hombres lo hayan abordado camino a casa y hayan abusado de él hasta dejarlo inconciente tirado en un lugar apartado.

Cosas como un padre maltratador que tiene a toda su familia atemorizada y a su hija con el peligro constante de abuso sexual y la madre no se atreve a abandonar el hogar con sus hijos.

Un joven que con el paso de los años se ha vuelto un delincuente y cocainómano.

Cosas como un pequeño que a los días de vida fué tirado a la basura por su madre biológica, con la que vivió hasta hace poco, entre idas y venidas de hogares y cuidadoras... y cómo es posible que ese niño aún tenga una sonrisa para regalarme cuando le digo "hola" y además acaba de entrar a un colegio de renombre (él es un caso de resiliencia extrema... ha sido adoptado por el equipo de salud). Algunos días decididamente casi me hacen llorar. Algunos días golpean fuerte sus caritas y llego a casa cansada y feliz de ver a mi brujita sana y contenta.

Esto sucede cuando trabajas con pacientes crónicos. Los cuales ves cada mes, conoces a la familia. Conversas. Te involucras en sus esperanzas, miedos y carencias. Los abrazas si lloran Y celebras sus logros y avances. Sus exámenes de sangre buenos y te entristeces y entregas esperanzas con los malos. "Tía las plaquetas salieron bien", "Tía la hemoglobina glicosilada bajó", "Tía me está saliendo pelito", "Tía baje 1 kilo".

Me es imposible a veces evadirme de estas situaciones. De estas historias de abandono, o maltrato o resiliencia, o dolor o lucha. Estos son "mis niños". Algunos días son buenos y las historias son de lucha y valentía y familias completas que luchan contra la enfermedad o madres abnegadas que hacen filas interminables para sacar una hora de atención médica para su hijo. Algunos días podemos hacer algo por ellos, conseguir una máquina de medir glicemia para alguien que no puede. Gestionar una silla de ruedas. Adelantar un exámen para una cirugía. Conectar con un médico eminencia en un tema. Consegir subsidios y ayudas de la municipalidad. Gestionar un detector de apnea. Mejorar la calidad de vida de un niño con diagnóstio "reservado". Aliviar la carga de una madre y un padre o una familia completa. Mitigar el dolor de un diagnóstico. Entregar una esperanza, regalar una parte del corazón. Pero otros días nada es suficiente. A veces quisiera con el alma adoptar algunos de los niños que veo en mi trabajo. Siento que si tuviese plata y otra situación.. quizás lo haría a ojos cerrados. Hay tanto tanto por hacer. Algunos días me siento tan útil y otros pareciera que tenemos las manos amarradas para ayudar.

Cuan afortunada soy.. me lo digo a mi misma cada día. Cuan afortunada de todos mis problemas y tristezas que no son nada, nada en verdad. Gracias señor por los problemas que me das cada día.

Que dura tarea nos entregas a veces señor... que dura tarea.
PD : Les deseo un buen fin de semana. En estos días, es bueno darse unos minutos para detenerse, pensar, dar gracias. Pero especialmente "escucharnos" a nosotros mismos.

1 comentario:

-Ushi- dijo...

o serán dias como aquellos?

LA BRUJITA SEXY... Y SU CUCHITRIL

Mi primer POST fué exactamente el 11 de abril de 2005. Y para los curiosos... Sí, leo el tarot. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Las palabras de un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya.


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