Dejar ir...
Desperté un día con mucha angustia en mi estómago. Pensé que era curioso, pues había estado meditando con mucha "alma", y mis terapias reiki eran de lo mejor. Me duché y aproveché de hacer las técnicas habituales de limpieza del canal de luz y protección. El día trancurría normalmente, pero la sensación de angustia, me llenaba el estómago. Salí a pasear con mi hijo. Conversé. Hice otras cosas. Pero el sentimiento no me abandonaba. LLamé a mi mamá, a mi marido por si era una de mis premoniciones raras. Nada. Todo estaba normal, era yo la que estaba "rara".
Esa tarde me puse a meditar, me hice reiki mucho rato, en el 3er y 4to chakra. Comencé a tomar flores de bach. No pasaron muchas horas, cuando las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos como si fueran gotas de un temporal... la angustia se convirtió en dolor y el dolor salía sin contemplaciones de mis poros. Lloré mucho. recordé situaciones que yo suponía temas cerrados y enterrados, dolía... mucho. Traté de pasar desapercibida por mis hijos y mi marido. Sentía que no habían razones lógicas para ello.
¿estaba cansada?, ¿era acaso una forma de reventar? no lo sabía.
Me acosté ese día sin mencionar nada. Pero al otro día volví a ponerme a llorar, cada cosa me hacía volver a ese estado. No podía funcionar, ni siquiera me podía levantar, solo quería llorar y llorar, tirarme en la cama y cobijarme como una niña. Comencé a buscar culpables de esa pena , de ese dolor que me estaba ahogando. Comencé a recordar lo que pasamos con Iván años atrás, los errores, los mismos se volvían a repetir. Comencé a urdir maneras de liberarme de esta carga una ves mas y de liberarme de él... ¿pero que extraño?... solo hace 3 días me sentía tan bien, sentía su amor. No comprendía nada de nada. Mi mamá se sentó a escucharme y mi nana me sugería las penas del infierno para quien me estaba haciendo sufrir.
Yo trataba de sentir... sentirme. Lloré un poco mas. Tomé otro poco de flores de bach que yo misma me indiqué... encendí una vela, incienso y medité. Pedí iluminación y consejo, sabiduría, comprensión. Y me callé, ...asi en un silencio... escuché a mi corazón.
¿que me quería decir?
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Ese miércoles me levanté por la mañana... FELIZ. Era como si fuese otra persona. Esa "otra" Nayi era una mujer de otra dimensión. Las cosas estaban tan claras. Hasta se me habían pasado los dolores de espalda y estómago. Fué algo tan extraño. Nada había cambiado. Todo estaba igual, todo en su mismo lugar. Y me pareció que había echo un berrinche por nada. Sin embargo yo me sentía tan distinta. Hoy aún pienso que pasó. SIENTO que algo que estaba alojado en mi chakra cardiacó y en mi plexo solar fué entregado al universo. Me siento tan liviana. Me siento tan feliz. Siento que un tapón salió de mi pecho dejando un espacio fresco y lleno de vida, listo para ser llenado de pura luz y agradecimiento.
No tengo idea de que fué lo que pasó. No sé bien, ni quiero saber. Creo que no hay nada que entender. Sané y liberé algo que me estaba haciendo mucho daño. Lo agradezco, porque me siento nueva... libre y tan llena de fé y paz.
Gracias, gracias, gracias...
Namasté.
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