Cuando vengas, las aves en sus nidos, ya no estarán tristes.
Y las flores de mi balcón, soltarán azahares.
Y escucharemos las risas de nuestros niños en la ventana.
Y ya no dormiré nunca mas sola.
Porque cuando vengas, amor mío.
Para abrazarme y consolarme de este invierno que parece no acabar.
Para cubrirme con tu manta de ternura.
Y cobijarme en tu edredón de besos de mar.
Cuando vengas amor mío, mi vida será otra.
Tan diferente a la que he conocido.
Duerme conmigo, mi amor.
Y lléname de tu elixir infinito, todo el tiempo que quieras.
Y déjame ser tuya en cada rincón de este universo.
Pues ese es mi deseo y nada mas.
¿para qué quiero la libertad, si en ella no te tengo?
¿para qué quiero conocer mares y ríos, si en ellos no te veo?
Quiero que seas mi mundo y mi sol de oriente.
Quiero dormirme en tus brazos y jamás volver a despertar.
Porque eres, amado mío mi principio y mi final.
Ya no recuerdo si hubieron otros antes de ti...
tú todo lo llenas, tú en todo lo mío.
Quédate hombre eterno, y toma mi corazón como tu albergue.
No lo necesito, si no estás en él.
Quédate amado mío, sueño mío, compañero mío... hombre de mi.
(La emperatriz a veces necesita un Emperador... tú, mi querido emperador)
2 comentarios:
la primavera???.... el canto a la esperanza.
saludos.
Bonita canción ;)
un abrazo
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