Estos días han sido de mucho corre, corre... creo que siempre lo son a finales de año.

Mi espíritu se ha movido muchísimo. He trabajado intensamente en mis sentimientos y procesos personales. Me he ido sacando capas tal cual fuese una cebolla. Y cada vez que vamos mas en profundidad, las cosas se vuelven mas finas de ver y tocar.

Mi proceso de Maestría personal (Reiki Nivel III) ha sido intenso. Cuando comencé reiki quería trabajar en esto y ser maestra e iniciar gente. Hoy ya no estoy segura de nada. 

He realizado un gran trabajo en mi historia personal  y me siento muy orgullosa. He trabajado mis ancestros, mis vidas pasadas, mis roles femeninos, mi maternidad, mi relación de pareja, mi responsabilidad como ser humano. 

Cada una de estas parcelas es un jardín. En el cual trabajo un poco cada día. Saco las malezas, planto flores, contemplo los árboles y el crecimiento de los animales. Es un trabajo que no acaba nunca.

Estoy satisfecha de mi trabajo en mi misma.

Estoy conciente que queda mucho por hacer. Quizás solo acabe cuando vuelva a ser parte de "aquello" que lo es "todo".

Pero esta noche... somos solo una buena taza de té negro con jengibre, canela y cardamomo, ...Adelle ...y yo.

Mañana me dedicaré a salvar el mundo... hoy. Que gire sin mi...!!

(mi felicidad del día... una buena conversación con mi Maestra de Reiki en mi casa, una tirada de tarot de regalo de navidad para ella... y sus palabras en mi corazón. Ya llegará el día en que me haga cargo de cada uno de esos pedazos sueltos de mi alma... hoy necesito cerrar mis ojos y sencillamente... ser.)