He estado tranquila estos días. Pensando mucho, muchisimo. Pensando en cosas que pasaron y dejándolas. Y concentrandome en mi presente.
No soy de las personas que se dejan llevar por la máquina; necesito saber constantemente porque razón me estoy rompiendo el espinazo aqui en este mundo. Mi hija es una gran respuesta, aunque no la única. Ella algún día deberá encontrar sus propios motores que la muevan.
Este tiempo, me ha servido, para conocer muchas cosas de mi. Y también del enemigo. Para hacer algo hay que trabajar en pareja. Como un equipo. Pero ese equipo no existe. Asumo que no quiero hacerlo existir. Y es que no se que me pasa.
No se que sucede conmigo. No quiero moverme a ningún lugar, no quiero luchar por esto, no quiero nada. Ya no me da pena que la relación este rota, ya no lloro en las noches. Ni grito que me escuche, ni exijo que las cosas funcionen. He llegado a un estado en el que me da lo mismo todo en esta relación. No me da pena que no me diga "te quiero", ni le extraño si no me llama, no me enojo si hace panoramas y me excluye, no me siento frustrada si no se le ocurren las cosas o deja pasar los detalles, ¿¿¿será que ya no lo quiero???? .
Yo... la mujer segura y fuerte, la que es capaz de manejar las cosas, yo... debo admitir que se me quebraron las alas tratando de volar y ahora estoy aqui... paralizada. Quisiera sentirme VIVA OTRA VEZ...