Tengo una tremenda e insistente necesidad, de conversar o hablar con alguien mayor de 21 años. Es una circunstancia patética, y no es extraño, mas bien habitual. Pero lo consideraba tan patético que no me atrevía ni siquiera a escribir sobre esto. Claro, trabajo 12 horas al día, corriendo de un lado a otro, donde a menudo debemos interrumpir conversaciones,para atender pacientes o hacer algo. Los temas no son 100% de mi agrado y no quisiera parecer pesada, pero no es lo que deseo conversar. Me refiero a tener esos minutos de profunda conexión e intercambio al mismo nivel. De ser capaces de "dar vueltas el mundo". El resto del tiempo, estoy en la casa con mi hijita, tranquila, callada, jugando con ella, conversando del perro, del mundo, del mapache y de los cuentos... el resto del tiempo. Bueno, el resto del tiempo estamos todos muy ocupados... incluso con el enemigo con "suerte" itercambiamos un par de palabras si llegamos a vernos en las noches o algún fin de semana.
Hablo con mi hija de 3 años cada día, con el personal a mi cargo, con el chofer del taxi, y con el portero. Chateo por msn con gente que a penas conozco o quizás con alguna amiga o amigo(con suerte). Es decir, estoy la mayor parte de mi tiempo sola, con mi hija, pero digamos que desconectada del mundo exterior. En mi casa trabajando, en el trabajo haciendo lo propio, etc. Paso muchas, muchisimas horas del dia y de la noche sola y callada, a veces mas de las que quisiera.
Pero, ¿Dónde está aquella conversación que sale de mi alma al alma del projimo?, ¿Esas revueltas dialécticas en la cocina de mi mami?,¿Esas interminables charlas con mi hermano?, ¿Esas horas con mis amigas?. Tengo pena, hay un vacio aqui... justo aqui.
Necesito poder tener una conversación verdadera, sobre sentimientos, sobre sexo, sobre la vida, sobre ser madre, esposa, sobre infidelidad y religión, sobre folosofía y magia y masonería. Mirar a la cara a una persona por mas de 30 minutos, tranquila, serena, con el tiempo para exponer nuestros puntos y dar nuestros argumentos. Extraño las conversaciones de los domingos en la casa de mi mamá, donde la sobremesa duraba 6 horas, con su vinito al lado.
Ya se que suena patético y me averguenza, soy como el "Ermitaño" del tarot. Con su farolito delante, sola,siempre observando y buscando... no se, quizás algún dia encuentre alguien con quien compartir esto. Ya, demasiado por hoy... no debería sentir lástima de mi misma.
Mejor me levanto de aquí y sigo mi silenciosa lectura...
Nota: Ya lo he dicho antes, me hace mal leer, hace cuestionar el mundo. Exigir, querer desear, estar inquieta y disconforme con la realidad, me hace dar cuenta que puedo mucho MáS. Seguir ignorante, es la solución para ser feliz.
2 comentarios:
Dicen por ahí que la ignorancia es sabia. La pregunta es: ¿Como hace uno para auto-convertirse a la ignorancia (o será auto-ignorarse?)?
En cualquier caso, a veces funciona quedarse callado. Y mirar como las palabras llegan desde afuera hacia uno. Sean de 21 años o de 60. Hace bien al alma no desvanecerse en palabras. A veces.
(No sé como llegué acá, pero del modo que haya sido, agradezco el hallazgo)
Saludos
Sé como te sientes, me pasa lo mismo...
Será natural en el ser humano sentirse así o es una cualidad de las mujeres....
Da lo mismo lo importante es darse cuenta y buscar como remediarlo
Saludos
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