Conversaciones Contigo...

Hoy me acordé de ti. Tuve que pasar dolor y cosas horribles para acordarme de ti nuevamente. Tuve que sentir la fragilidad de mi cuerpo y lo efímero de la vida, para pensar en ti nuevamente.
Hace tanto que no hablaba contigo, asi como ahora te estoy hablando.

Contarte como va mi vida, que mi hija está hermosa, que lo del Enemy mejora pasito a paso. Ya no tenemos esas peleas descomunales que temíamos finalizaran en agresiones de todo tipo. A veces siento verguenza por haber sido tan hiriente con él, y no haberme echo respetar yo misma desde un principio.

Sabes? me acuerdo cuando antes hablaba mas seguido contigo, cada dia, al contemplar una flor o el cielo, muchas veces escribiendo como lo hago en este minuto, al despertar o al acostarme. Recuerdo las muchas cosas que te pedía insistentemente, y como insistentemente me respondías que "NO" con esa sonrisa amorosa que siempre tienes para mi.

Pero hoy me acordé de ti para agradecerte elque estés conmigo, el darme un padre maravillosos, y una madre que vale oro. Quería agradecerte por el día que me has regalado hoy, con sus dolores y llantos y sus risas y caricias. Gracias, por quienes me acompañan, y por quienes extraño, pues significa que dejaron una huella en mi. Gracias por quienes me han acompañado en mi camino y su visita me ha causado dolor, pues eso me hizo mas fuerte y por los errores que he cometido, pues me han transformado en una bruja mas humilde.

Te doy las gracias por las noches de suave sueño, porque estoy calentita en mi cama. Y por ser capaz de sentir caricias, te doy gracias por el sexo que disfruto, porque es producto del amor que puedo sentir cuando mi Enemy me toca y de la salud que gozamos.

Gracias por las cosas que no tengo porque me dan sueños que soñar, y me hacen una mujer mas sencilla. Gracias por las rencillas que me dan la posibilidad de pedir disculpas o perdonar. Gracias por esta vida que me has regalado... para disfrutarla y ser feliz.

Pero mas que nada, Señor gracias por la posibilidad de darme cuenta, que tan afortunada soy, que tan llena de riquezas me has echo. La capacidad de disfrutar lo que me has regalado en esta vida, es lo que mas te agradezco.

Me despido Señor, hasta una nueva oportunidad. Espero no dejar pasar tanto tiempo sin conversarte de mi vida. Sin antes pedirte, que te acuerdes de quienes he visto sufrir hoy, de quienes sufren injusticias, de quienes tienen odio y rencor en su corazón, de quienes no son capaces de ver el sol, de quienes no pueden verte... y de quienes eligen no verte.

Gracias Señor, por escucharme, como siempre... a tu hija infiel.