La Madre, la Loca, la Bruja...

Cada mujer lleva en si mismo varias mujeres a la vez, creo que lo he dicho antes.
Cada mujer lleva en si misma, una parte dulce y tierna que es una niña, esa parte que ama ser llenada de regalos y mimos.
Una parte exótica y distinta; que es una verdadera "indiana Jones", una aventurera.
Una madre, que cobija, protege y da de si misma para los demás.

Pero hoy no quiero hablar de esas mujeres, hoy quiero hablar de las "brujas" y de las malas. He sido una bruja mala toda mi vida. Al menos asi me lo han echo saber desde que naci... y durante mi infancia y ahora aun mas en mi adultez.
He sido una malvada, porque vine al mundo con una vagina y pajarillos en la cabeza. Creci con el estigma de ser "niña", de que debía comportarme de cierta manera y hacer ciertas cosas que no hice. Jamás fui dulce y delicada, era femenina a mi manera; jugaba con los niños y competía, trepaba los árboles y era la mejor de mis amigos, iniciaba guerras de barro con los amigos de la cuadra, y tiraba piedras mas lejos que ninguno de mis amigos de juegos... usaba short y zapatillas y unos lindos moñitosa cada lado de la cabeza que me daba un aire de "angel malo".

Era una bruja mala ya en la adolescencia, cuando odiaba a los hombres y alguna vez pensé en si sería lesbiana o no, pues siempre pensé que mis amigas eran mejores y mas bonitas que mis amigos. Pero algo sucedió y cuando entré en la universidad, conocí esa parte poderosa de mi.