Historias de Cuernos Tan Poco Glamorosas !!!!

Hay días como estos, que hacen que el amor se vaya a la CRESTA. Días en los que después de trabajar toda la noche en turno de urgencias, lidiar con usuarios, con médicos y colegas, hacer tareas administrativas y practicamente ponerse un plumero en el trasero para que el auge salga adelante y las personas se vayan sanas a su casa (esa es la labor de la enfermera). Días como estos en los que mi hija pasó la noche en un jardín infantil y yo la acabo de pasar a buscar, mientras el padre estaba calentito durmiendo en su cama de dos plazas en la casa. Que buena, el padre en la casa comidito, calentito, feliz... mientras la esposa y la hija cada una por su lado en santiago; una trabajando como yegua y la otra durmiendo en una cama extranjera.

Días como estos en los que llego a mi casa después de todo esto, con las piernas hinchadas, ojeras azules, cansada, con la sensación de haber estado toda la noche en un mal carrete, con hambre, con sed, con esa sensación de "awevonamiento" típica de los trasnoches. Y me encuentro con el cerro de platos sucios, la cama deshecha, la ropa en la lavadora, desorden, el baño lleno de pelos, ...y las cortinas recién lavadas del baño muy bien puestas. (aclaro que hay una señora que viene 1 vez a la semana a ayudar con el aseo... pero es insuficiente y eso es otra historia. Obvio como enfermera soy super estricta con el atado del aseo).

Y entro en un estado de cólera tan grande que lo único que atino es a llorar y sentirme podrida. A sentir lástima de mi ..."pobre bruja estúpida". Pero ese estado catártico me dura poco, porque tengo que ponerme a hacer aseo, lavar la ropa que dejó tirada el enemy, levantar las cosas de la mesa, pensar que le doy de comida a la brujita, que no se salga del presupuesto porque stamos a fin de mes y además que le guste. Entre medio tengo que salir, y como no tengo quien me cuide a la brujita, tengo que llevarla y traerla a la casa de mi mamá con un calor de las 3 de la tarde. Todo esto, hace que la noche llegue rápido. Y como guinda de la torta... llega el enemy con su cara de cueca y con ganas de "fiestecita".

Él me dice que soy muy "cuática" con el aseo, que tomo decisiones sin consultarle, que me pongo histérica y neurótica, que soy egoista y egocéntrica, que dispongo de su tiempo, y mando y le ordeno como si fuese mi auxiliar de enfermería. Que soy una mala madre, que dejo botada a la brujita, que me la paso durmiendo, cansada, que ando acelarada a veces y otras sin ánimo de nada, que cada ocasión importante no puedo participar porque tengo turno y que en el fondo... tengo mi vida familiar botada y mis prioridades cambiadas. Me duele que diga que no me importa mi familia, y me duele mas aún, como herida cortopunzante por arma blanca al músculo cardiaco, que diga que soy una madre despreocupada y que parece que para mi mi hija representa una molestia.

En estos días siento que los cuernos de años atras estuvieron bien puestos, es mas!!!... creo que se merecería otros!!