Un Capuccino

Suavemente entro en tus nocturnos deseos, visto aquellos sabores que tanto buscabas entre la gente. Los nuestros son los brillos de los amaneceres robados. Miré como lentamente te acercabas a mi mesa, de ese café en el centro, en el que quedamos de juntarnos hace 2 meses. Llevabas una chaqueta negra de cuero, que combinaban con tus ojos grises. Manos en los bolsillos y esa mirada que me hipnotizó desde que te vi por la web cam. Era algo extraño... verte salir del anonimato de las húmedas noches, e incluirte en mi espacio vital.

El capuchino tenía buen sabor esta tarde, rozaste mi pierna desnuda suavemente y miraste a la lejanía, con un :"me gustas". Y mis manos soltaron estúpidamente el cafe ya casi frio... sobre la mesa, que el joven que nos atendía limpio raudamente entre nustras tensas miradas. Sabías que me gustabas y ese era tu ventaja, te lo dije antes de vernos.

Te acercaste a limpiar una gota imaginaria, tanto que pude sentir tu respiracionen mi cuello, y eso me trajo humedades en mis espacios escondidos. Pude ver con el rabo de mi ojo que estabas disfrutando el mantenerme sexualmente-tensa, pasabas tu mano por mi falda secando el imaginario brevaje, tan lentamente que podía casi sentir tus dedos entre mis piernas. Sentía mi respiración acelerandose suavemente y podía percibir el vaiven de mis pechos con cada exalacion, pero no podía controlarlos. No podía sacar mis ojos de tus manos, podía ver en mi imaginacion como apretabas suavemente mi carne... blanca entre tus manos morenas. Ni un centímetro, no podía perder ni un milimetro de este momento... cerré mis ojos y se me escapó un evidente quejido... era demasiado evidente mi placer en tus manos. Como un momento de lucidez entre la locura del momento, me paré intempestivamente tomé mi cartera, y dije rapidamente que debía irme.

Tú, no te moviste y sonreíste con la comisura de tus labios. Tus ojos se pusieron mas penetrantes que nunca... cuando dijiste... "entonces, nos estamos viendo ...bruja".